Su chimenea es una parte importante de su hogar, por eso es esencial que usted siempre esté al tanto de en qué estado se encuentra. Al igual que un descuidado o dañado techo, una chimenea que no se ha mantenido adecuadamente puede conducir a una serie de problemas y peligros potenciales.
El primer y más obvio peligro proviene de una chimenea bloqueada. Cada vez que quemas leña en una chimenea, produce un subproducto conocido como creosota. Es un residuo aceitoso negro que se acumula con el tiempo, cubriendo el interior de su chimenea. La creosota es altamente inflamable y presenta un gran peligro de incendio en grandes cantidades. Un bloqueo de la chimenea también puede evitar que el monóxido de carbono y otros humos nocivos creados por el fuego se ventilen correctamente. El objetivo número uno del mantenimiento regular de la chimenea es evitar incendios o cualquier posibilidad de exposición a gases peligrosos.
Si bien muchos incendios de chimeneas son fuertes y producen una gran cantidad de humo, también es posible que uno se queme lentamente, sin que se note. Pero no se equivoque, estos incendios seguirán dejando daños estructurales, lo cual es muy peligroso por derecho propio. Las chimeneas son accesorios domésticos muy pesados y vulnerables que deben asegurarse y apoyarse adecuadamente para funcionar correctamente. Cualquier daño estructural que sufra su chimenea solo se agravará con el paso del tiempo. Es por eso que es tan importante detectar el daño estructural temprano, ya que puede llevar a reparaciones costosas o incluso a la muerte y lesiones por colapso.
También es importante tener en cuenta que los incendios de chimenea no son la única causa de daño estructural. Los fuertes vientos, la caída de las ramas de los árboles, el clima severo e incluso el desgaste regular pueden ser los culpables. Si bien todas estas fuentes potenciales de daño pueden parecer desalentadoras, mantener su chimenea en buen estado de salud es bastante sencillo. Solo asegúrese de programar limpiezas e inspecciones anuales de la chimenea.
Es importante que quien inspeccione su chimenea sea un profesional certificado, ya que muchos signos de daño estructural pueden ser difíciles de detectar. Pero hay algunas señales de que los propietarios también deben estar atentos, ya que son más fáciles de detectar y señalan preocupaciones serias que deben abordarse de inmediato. Primero, preste especial atención a la lechada entre los ladrillos de la chimenea. Cualquier desmoronamiento allí o de los ladrillos mismos puede significar serios problemas. También tenga cuidado con cualquier separación o espacio entre la chimenea y su hogar. Y, por último, busque baldosas de chimenea rotas o rotas, ya que probablemente se dañaron por el exceso de calor creado por los incendios de la chimenea.
Una chimenea saludable es un paso importante para lograr un hogar saludable. Con un uso adecuado y un mantenimiento regular, es posible que su chimenea brinde calidez y comodidad a su familia durante muchos años.
Originally posted 2019-11-21 13:47:34.